Si estás pensando en ir a Europa por primera vez, acá te dejamos una guía simple para saber cómo organizar una aventura por el viejo continente.
Cómo planificar tu primer viaje a Europa
Organizar un viaje es una experiencia tan apasionante como movilizadora. Sin embargo, si se trata de viajar a Europa por primera vez, la planificación puede ser igual de estresante. Los pasajes aéreos, al alojamiento, qué evaluar a la hora de moverse por las ciudades, cómo usar las tarjetas de crédito y no olvidarse del servicio de asistencia al viajero, son solo algunos puntos a tener en cuenta.
Una primera opción es acudir a una agencia de viajes y delegar la organización en especialistas. No obstante, si tu objetivo es sentarte en la mesa y organizar todo por tu propia cuenta, en Millas x el mundo, te ofrecemos consejos básicos para visitar algunas de las ciudades más hermosas del Viejo Continente sin enloquecer en el intento.
Primero lo primero: pongamos una fecha
Si bien es verdad que cualquier momento es bueno para viajar a Europa por primera vez, lo cierto es que, si podemos elegir, las mejores épocas son durante la primavera y el otoño, es decir, de marzo a mayo o de septiembre a noviembre. El objetivo es evitar el verano del hemisferio norte, en el que florece el turismo interno y por consiguiente la cantidad de gente, las filas para las atracciones y los hoteles llenos. Otro punto a tener en cuenta es que los precios aumentan por ser la temporada alta.
En invierno, por el contrario, se reducen algunos costos (servicios terrestres, especialmente), pero el factor climático no es de lo mejor ya que oscurece antes, hace mucho frío y, según el destino, suele nevar.
Otro punto a tener en cuenta es que cuanto antes se organice el viaje es mejor para buscar los vuelos internacionales. A mayor anticipación, más baratos pueden ser.
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Qué ciudades visitar
Si se trata de viajar por primera vez, una opción interesante para organizar tu recorrido es tener un pantallazo de las clásicas metrópolis como París, Londres, Barcelona, Madrid, Roma y Amsterdam. Según el tiempo con el que dispongas podrás agregar (o quitar) otras ciudades como Berlín, Venecia, Praga, Brujas, o Lisboa, entre otras.
El primer destino que escojas puede depender del pasaje aéreo que se consiga al mejor precio o que resulte más conveniente para el itinerario que soñamos concretar. Las variantes son infinitas.
Una vez que esté definida la fecha y los lugares es recomendable sacar la mayor cantidad de aéreos desde Argentina para aprovechar al máximo y libremente los días en Europa sin estresarse. Además, es aconsejable adquirir los tickets con anticipación, ya que las tarifas suelen ir incrementándose cuanto más se acerca el día del vuelo en cuestión.
En cuanto a los pasajes de ida y vuelta, es bueno saber que muchas veces las tarjetas de crédito suelen tener convenios con las agencias de viaje o incluso con las aerolíneas que permiten una mejor financiación o, incluso, la posibilidad de acceder a alguna oferta o descuento puntual para viajar en determinadas fechas.
Por eso, lo ideal es probar distintas fechas y ver cuál de todas resulta más económica: a veces, un día de diferencia genera una diferencia abismal en el valor del pasaje. Además, lo mejor es evitar viajar los viernes, sábados o domingos, ya que en esos días los pasajes son más caros.
Por último, los vuelos directos suelen ser más caros que aquellos que tienen una o más escalas.
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Recorrido de ciudad en ciudad
En Europa existen varias aerolíneas de bajo costo que permiten ir rápidamente de un punto a otro y pagar menos que yendo por tierra. Se trata de los vuelos low cost que se pueden buscar y comprar por Internet.
Sin embargo, a la hora de programar estos vuelos hay varias cosas a tener en cuenta. Generalmente los viajes más económicos parten muy temprano de aeropuertos alejados de la ciudad e, incluso, en horarios que no hay servicio de transporte público. Por lo tanto, muchas veces hay que tomar un taxi y esa opción es muy cara.
A esto hay que sumarle que estas aerolíneas tienen límites muy acotados para el equipaje. Por lo que cada pasajero tendrá que pagar un plus por el sobrepeso de sus valijas.
Otra opción es escoger un tren para viajar de ciudad en ciudad. Esta opción tiene sus ventajas, como por ejemplo evitar las horas de anticipación en los aeropuertos que exigen los vuelos, el check in, la cercanía y centralidad de las terminales ferroviarias –en general se puede llegar a pie o en metro– y la posibilidad de ahorrar una noche de hotel aprovechando los trayectos nocturnos.
Otro punto a favor es que los trenes son híper puntuales y se puede disfrutar del paisaje durante el trayecto. Sin embargo, las tarifas son elevadas. Es cuestión de evaluar y comparar con los pasajes de avión y los de ómnibus, las distancias y decidir qué conviene.
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A dónde dormimos
Un punto importante a la hora de calcular los costos, es el alojamiento. La opción más barata suele ser el hostel. En ese caso se paga por cama, por noche en habitación compartida y suelen contar con espacios comunes y cocina. También hay habitaciones privadas, pero cuanto mayor sea el número de huéspedes en cada habitación, más barato resulta.
Son muchos los sitios donde los usuarios de servicios turísticos de todo el mundo comentan sus experiencias. Allí aparecen puntuados los establecimientos y hay comentarios y fotos de los propios viajeros, que ayudan a decidir.
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Asistencia al viajero
Un punto sumamente importante a la hora de viajar es contratar un seguro de asistencia al viajero. Son varias las empresas que ofrecen la cobertura médica en caso de enfermedad o accidente. En este caso suelen cubrir medicamentos, la atención de especialistas –incluyendo urgencias odontológicas–, cobertura legal y, según el plan contratado, ofrecen localización o indemnización por extravío de equipaje, garantía de cancelación e interrupción del viaje, entre otros.
El costo varía según la cantidad de días que será utilizado, el tipo de viaje, el plan elegido, edad del viajero y destino. Por lo general, este servicio se puede comprar por Internet.
Además, hay que tener en cuenta que atenderse en el exterior de manera privada por cualquier inconveniente o accidente, puede resultar excesivamente costoso.
