Desde su pintoresco casco histórico hasta sus exquisitos vinos y su vibrante escena cultural, Oporto se erige como un destino turístico que deja una huella imborrable en quienes lo visitan.
Oporto no deja indiferente a nadie. La segunda ciudad más grande de Portugal es una maravillosa amalgama de historia, cultura y belleza natural. Desde su pintoresco casco histórico hasta sus exquisitos vinos y su exquisita gastronomía, esta ciudad ofrece una experiencia única que enamora a sus visitantes desde el primer momento
Ubicada en el noroeste de Portugal, a orillas del río Duero, Oporto es la segunda ciudad más grande del país, después de Lisboa, y se encuentra aproximadamente a 300 kilómetros al norte de la capital.
Oporto, una ciudad que enamora
Uno de los aspectos que más enamora a quienes deciden visitarla es su encantador casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus estrechas calles empedradas, plazas y coloridos edificios tradicionales transportan a los viajeros a épocas pasadas, invitándolos a perderse entre sus rincones y descubrir su fascinante historia.
Pero Oporto no solo cautiva con su patrimonio arquitectónico, sino también con su exquisita gastronomía y sus afamados vinos. De hecho, los amantes del buen comer podrán deleitarse con platos tradicionales como la francesinha o el bacalhau à brás, mientras que los aficionados al vino no pueden dejar de visitar las bodegas de Vila Nova de Gaia, en la orilla opuesta del río, donde podrán degustar el famoso vino de Oporto.
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En lo que refiere a la oferta cultural, la ciudad ofrece opciones para todos los gustos. Desde museos y galerías de arte hasta festivales de música y eventos culturales: siempre hay algo interesante que hacer en esta vibrante ciudad. Los amantes de la naturaleza también encontrarán su lugar en Porto, con hermosos parques y jardines donde relajarse y disfrutar de la tranquilidad.