Un recorrido por los sabores típicos, las tradiciones y los productos autóctonos de los mejores destinos gastronómicos que existen.
La cocina japonesa, conocida como washoku, fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Su respeto por la naturaleza y sus técnicas comunitarias hacen de la gastronomía japonesa una experiencia única. Los sabores más representativos, como el sushi, el ramen o el tonkatsu, destacan por su presentación delicada y su frescura. Japón invita a degustar el mochi, un postre de arroz glutinoso, y el sake, su famoso licor de arroz.
Argentina: el sabor del asado y la influencia europea
Argentina es mundialmente conocida por su carne y su vino, pero su cocina va mucho más allá. El asado, las empanadas y el locro son solo algunos ejemplos de una gastronomía que mezcla influencias indígenas y europeas. Las regiones de Cuyo y la Patagonia también destacan con platos como la carne de llama y el cordero patagónico, que muestran la diversidad de esta cocina sudamericana.
Perú: la fusión que conquista paladares
Perú es una meca gastronómica gracias a su rica biodiversidad y su historia. La cocina peruana se caracteriza por la fusión de influencias criollas, chinas (chifa) y japonesas (nikkei). Entre sus restaurantes mundialmente aclamados se encuentran Central y Maido, donde se mezclan sabores autóctonos con técnicas de vanguardia. Desde el ceviche hasta la causa limeña, Perú ofrece una cocina vibrante y variada.
Italia: el hogar de la pasta y la pizza
Italia es sinónimo de pasión culinaria. Cada región tiene especialidades, desde la pizza napolitana hasta la trufa del Piamonte y los risottos del Véneto. Los ingredientes frescos y de alta calidad caracterizan a esta cocina, donde platos como la pasta, el queso parmesano y el tiramisú reflejan el sabor auténtico de Italia.
Colombia: un caleidoscopio de sabores
La cocina colombiana es una de las más ricas y diversas de América Latina. La variedad de sus regiones, desde la costa caribeña hasta la Amazonía, da lugar a platos únicos como el ajiaco, el sancocho y el ceviche de camarones. Además, su explosión de restaurantes reconocidos, como Leo y El Chato en Bogotá, muestra que Colombia está en auge en la escena culinaria mundial.
México: tradición y color en cada plato
México ha elevado su cocina a Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Los ingredientes típicos, como el maíz, el chile y el frijol, dan lugar a platos icónicos como los tacos, los chiles en nogada y el pozole. Cada región mexicana cuenta con sabores únicos, y la fusión de tradiciones prehispánicas y coloniales enriquece su variada gastronomía.
Francia: elegancia y sabor con historia
La cocina francesa es sinónimo de alta cocina. Desde los caracoles de Borgoña hasta la quiche de Lorena, Francia destaca por su sofisticación y tradición. El ratatouille y la bullabesa son solo algunos de los platos más populares, acompañados por su amplia selección de quesos y vinos.
Tailandia: explosión de sabores exóticos
En Tailandia, la cocina se divide en cuatro regiones, cada una con características propias. Desde el curry del sur hasta las ensaladas fermentadas del noreste, la gastronomía tailandesa es famosa por sus contrastes de sabores picantes, dulces y salados, que reflejan la multiculturalidad del país.
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Marruecos: especias y dulces del desierto
Marruecos ofrece una experiencia sensorial única con platos como el tajín y el cuscús, y sabores que combinan lo dulce y lo salado, como la pastela de Fez. La influencia de culturas bereberes, árabes y mediterráneas se siente en sus intensos sabores y en su tradición del té de menta y los dulces.