En lo profundo de la Patagonia argentina, los túneles de hielo cautivan a quienes buscan explorar uno de los tesoros naturales más impresionantes de nuestro país.
Ubicados en el Parque Nacional Los Alerces, en la provincia de Chubut, los túneles de hielo de Esquel se convirtieron en un destino de ensueño para aventureros y amantes de la naturaleza. Este fenómeno natural, aunque efímero, atrae cada año a miles de visitantes que quedan hipnotizados por su belleza cristalina y su atmósfera etérea.
El secreto detrás de los Túneles de Hielo
Los túneles de hielo son el resultado de un proceso fascinante. Durante los meses de invierno y primavera, la acumulación de nieve en el glaciar Torrecillas, combinado con el derretimiento estacional, da lugar a la formación de impresionantes cavidades y pasajes dentro del hielo. El agua de deshielo crea estos túneles, erosionando lentamente el hielo, lo que genera estructuras frágiles y pasajeras, que pueden cambiar su forma y tamaño cada año.
Pero no solo eso, el reflejo de la luz solar en las paredes de hielo crea un espectáculo de colores azules y blancos que parece sacado de un sueño. Este efecto visual, junto con el silencio abrumador de los túneles, ofrece una experiencia mística difícil de encontrar en otros paisajes naturales.
Un destino que enamora
Parte de la fascinación de los túneles de hielo radica en su carácter temporal y en la exclusividad de su acceso. No es fácil llegar hasta ellos, ya que implica realizar caminatas por terrenos montañosos y muchas veces contar con guías especializados. Sin embargo, quienes se aventuran hasta este rincón de la Patagonia coinciden en que la recompensa es única.
El encanto de estos túneles no solo reside en su deslumbrante apariencia, sino en la sensación de estar presenciando algo irrepetible. Esto, sumado a la oportunidad de explorar la inmensidad del Parque Nacional Los Alerces, hace que los visitantes se lleven una experiencia inolvidable.