Las cápsulas, amarradas a una roca en El Chaltén, prometen ser una experiencia única para los amantes de la naturaleza y la aventura.
¿Te animarías a dormir en una cápsula a más de 250 metros del suelo? Si sos amante de la naturaleza y la aventura, El Chaltén inauguró unas cápsulas amarradas a una roca que te permitirán vivir una experiencia tan única como inolvidable.
Se trata de Ovo Patagonia, una creación de Federico Echevarría, un emprendedor que montó un hospedaje para ofrecer la propuesta de dormir colgado.
Cada cápsula, fabricadas en policarbonato, tienen tres niveles: en el más alto, la cama, luego un lounge minimalista y abajo, un baño seco. Todo con vista 360º al Fitz Roy.
El sistema de calefacción es por aire; mientras que un guía de montaña será el encargado de caminar por las alturas para llevarle a cada huésped la cena y el desayuno.
El acceso es por la estancia Bonanza –a 12 km de El Chaltén– y una vez allí se toma un sendero de unos 40 minutos hasta llegar a la cima del cerro donde están colgadas las cápsulas. Se ingresa por una pasarela que tendrá la seguridad de cables de acero y doble mosquetón que provee la vía ferrata.
Una experiencia inolvidable
Se trata de la segunda cápsula de altura en el mundo después de Skylodge Adventure Suites, en Urubamba, Perú en las que Federico se inspiró. “Un día mi mejor amigo me mandó un mail con un hotel burbuja cerca de Machu Picchu y quise hacer algo parecido acá”, contó Federico en diario La Nación.
Se estudió el impacto de las ráfagas patagónicas en las cúpulas en movimiento, y se hicieron pruebas de peso adaptadas a la zona y se instalaron cinco cables de acero que soportan 3.000 kilos cada uno.
Si hay mal tiempo el plan B es dormir en módulos con paredes de vidrio en la cima del cerro, lo más cercano a la perspectiva aérea de la cúpula.