Luego de estar 20 meses con cierres a raíz de la pandemia de coronavirus, Estados Unidos reabre sus fronteras a viajeros internacionales que cuenten con la dosis completa de vacunación contra el coronavirus, aunque no permite todas. La apertura se realiza en las fronteras terrestres, aéreas y marítimas.
Hasta estos días, solo los extranjeros con residencia permanente y los poseedores de visados específicos habían podido entrar al país desde las regiones afectadas. Ocurría lo propio con los ciudadanos estadounidenses, que no tenían restricciones para regresar.
A la hora de viajar, los turistas deberán presentar la constancia de vacunación con dos dosis de una de las 6 vacunas autorizadas por la OMS: Moderna, Pfizer, Janssen, AstraZeneca, Sinovac y Sinopharm. Otras, como la Sputnik, no se permiten.
También presentar un test de PCR o antígenos negativo realizado como máximo tres días antes del viaje. Los menores de 18 no necesitan estar vacunados, pero sí test negativo para mayores de 2 años.
Solo podrán entrar a Estados Unidos sin vacunación en aquellos casos de necesidad médica o humanitaria, o para viajeros de países con niveles de vacunación muy bajos y en circunstancias especiales.
Un notable crecimiento en los vuelos a Estados Unidos
Muchos de los vuelos programados de Delta están al completo, explicó ya un portavoz de la aerolínea, Morgan Durrant. Además, reconoció que hubo un incremento del 450% en las reservas internacionales en las seis últimas semanas.
British Airways notificó un aumento de 900% en las reservas de vuelos y estancias en algunas ciudades estadounidenses para los días previos a Navidad, con respecto a la semana que precedió el anuncio de la Casa Blanca.
En American Airlines, las reservas aumentaron un 66% hacia Gran Bretaña tras el anuncio, 40% hacia Europa y 74% para Brasil.
Se prevén atascos en las fronteras con Canadá y México, por lo que han pedido “preparación y paciencia” a los viajeros. Aísí indicó el servicio de Protección de Fronteras y Aduanas.
La apertura de fronteras se produce poco después de que Estados Unidos alcance el 70% de su población adulta completamente vacunada.