El encanto de las librerías históricas de Lisboa. La capital no solo enamora con sus tranvías amarillos, sus miradores al río Tajo o sus callejuelas empedradas. La capital portuguesa guarda también un tesoro cultural menos conocido pero igualmente fascinante: sus librerías históricas. Estos espacios, que han resistido el paso del tiempo, son auténticos templos de la literatura y un atractivo imperdible para los viajeros que buscan algo más que un recorrido turístico tradicional.
Entre ellas se destaca la Librería Bertrand, considerada por el Guinness World Records como la más antigua del mundo en funcionamiento. Fundada en 1732 en el barrio del Chiado, esta librería ha sido punto de encuentro de escritores, intelectuales y lectores durante casi tres siglos. Caminar por sus pasillos de madera, hojear libros en distintos idiomas o sentarse a leer en alguna de sus salas es sumergirse en una atmósfera cargada de historia y tradición.
Pero la Bertrand no está sola. Lisboa alberga otros rincones literarios que enamoran a los visitantes. La Fábula Urbis, por ejemplo, combina librería y café, invitando a descubrir ediciones dedicadas a la ciudad mientras se disfruta de un buen café portugués. Otro espacio singular es Ler Devagar, ubicada en la antigua imprenta de la LX Factory. Con su imponente estantería que asciende hasta el techo y su ambiente alternativo, se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados por turistas y locales.

El encanto de las librerías históricas de Lisboa
Estos sitios no son solo negocios dedicados a la venta de libros: representan parte del alma cultural de Lisboa. En sus paredes se respira la memoria de un país con fuerte tradición literaria, cuna de figuras como Fernando Pessoa o José Saramago. Además, funcionan como espacios de encuentro comunitario, con presentaciones, charlas y actividades que mantienen vivo el vínculo entre la literatura y la vida cotidiana.
Visitar las librerías históricas de Lisboa es descubrir una faceta distinta de la ciudad. Más allá de los fados y los azulejos, la capital portuguesa invita a recorrer sus estantes centenarios, dejarse sorprender por ediciones únicas y disfrutar de la magia que solo los libros pueden transmitir. Para los amantes de la lectura, es una experiencia que convierte a Lisboa en mucho más que un destino turístico: la transforma en una ciudad para leer y soñar.






