Muchas personas describen a Belgrado como el «Fénix Blanco»: la ciudad fue destruida y reconstruida en innumerables ocasiones, debido a los brutales bombardeos que sufrió a lo largo de la historia.
Otros también se animan a afirmar que la capital de Serbia es «La Ibiza de Europa del Este», por su reconocida vida nocturna. Pero precisamente en este posteo no hablaremos de ese tema.
Hoy nos ocuparemos de mostrarles una de las catedrales cristianas ortodoxas mas grandes del mundo: la Catedral de San Sava.
Este templo está dedicado al fundador de la Iglesia Ortodoxa Serbia, y comenzó a construirse en mayo de 1935 en la meseta donde el Imperio otomano quemó los restos del santo en 1595.
En el medio, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de los Balcanes, dos eventos que provocarían que su construcción aún hoy, en el año 2020, no haya finalizado (no se imaginan el frío allí dentro, donde no hay nada).
Pero en donde se sigue construyendo es en la entrada principal, porque descendiendo por las escaleras se encontrarán con algo impactante: un gigantesco salón, cubierto de oro, con increíbles mosaicos.
Una cruz de oro de 12 metros sobresale del domo que tiene 70 metros de altura, y 49 campanas integran su campanario. Su reconstrucción se inició en 1985 y hoy continúa a base de donaciones.
Un verdadero espectáculo de Belgrado, sin dudas un imprescindible si están de visita por Serbia, para ir tanto de día como también de noche.