¿Y si tomamos un viaje en tren por varios días, que cruce todo Rusia en más de 9.000 km? Sin dudas, viajar en el Transiberiano es una experiencia alucinante.
La atracción es algo que puede escapar a nuestras más profundas fantasías, porque desde hace mucho tiempo que es posible recorrer Rusia en todo su esplendor, gracias al Transiberiano.
Se trata del tren más largo y famoso del mundo, que conecta a Moscú con Vladivostok, cubre 9829 km y cruza ocho zonas horarias. Hacer este recorrido sin paradas demora cerca de siete días.
Sin embargo, esa no es la única opción: está la línea transmanchuriana que atraviesa el norte de China hasta Beijing, y la línea transmongoliana que también termina en la capital de China pero pasa por Ulan Bator (ambas son de menor distancia, 8.986 kilómetros y 7.621 km respectivamente).
La ruta original del ferrocarril cubre Moscú, Yaroslavl, Chelyabinsk, Omsk, Novosibirsk, Krasnoyarsk, Irkutsk, Ulan-Ude, Chita, Khabarovsk y Vladivostok.
Más detalles del Transiberiano
Cabe aclarar que el itinerario puede cambiar según los gustos del viajero y por supuesto también según el presupuesto: podremos hacer el viaje total en casi una semana, en una cabina con todos los lujos (suele costar cerca de 5.000 dólares), o podemos hacer varias escalas en toda Rusia, llevando al viaje a varias semanas, y en una cabina en donde se pueda hablar con los locales.
Aunque el viaje es muy lindo en cualquier época del año, mucha gente señala la particularidad de hacerlo en invierno. A pesar del frío, es algo impagable ver toda Siberia cubierta de nieve.
Otros imperdibles son los Urales, la reserva natural “Stolby” en Krasnoyarsk, o el impresionante Lago Baikal. La construcción del ferrocarril tomó un cuarto de siglo (desde 1891 hasta 1916) y cruza 87 ciudades de 5 países federales.