New York, la ciudad más cool del planeta

Los famosos rascacielos, la porción de pizza a 99 centavos, el pastrami más rico del mundo, Frank Sinatra, el humo saliendo de la boca del subte. Todo eso, y mucho más, es Nueva York, la ciudad más cool del planeta. Junto a Resto del Mundo, te invitamos a conocer “la ciudad que nunca duerme” como nunca antes la viste: sitios turísticos desde otra perspectiva, aire libre y, como siempre ¡comida!

Es el destino más popular de los Estados Unidos y uno de los más visitados del mundo. Referente en materia de entretenimiento, cultura, moda y tecnología, ofrece tantas atracciones que no se la puede conocer en una sola visita. Por eso, viajeros expertos recomiendan hacerlo, al menos, una vez en verano y otra en invierno. En cualquier caso, como se trata de un sitio tan grande y concurrido, lo mejor es preparar el itinerario con anticipación para aprovechar el tiempo al máximo, optimizar el presupuesto, y no quedarse sin entrada para ninguna actividad.

 

Moderna Nueva York

Hudson Yard es el sector más moderno de la ciudad y tuvimos la oportunidad de recorrerlo con Ronen Suarc, un especialista en New York.  The Vessel es el punto más imponente y el más visitado de la zona. Se trata de una escultura, una puesta arquitectónica para disfrutar el recorrido pero que no lleva puntualmente a ningún lado. Son 154 escaleras conectadas entre sí que ascienden en zigzag y 80 descansos.

New York, la ciudad más cool del planeta

Actualmente sólo se puede subir a la parte inferior para tomarse unas fotos. La entrada vale U$S10 pero de 10 a 12 es gratis, siempre sacándola con anticipación porque son limitadas. Frente a The Vessel hay un shopping con las marcas más caras del mundo y un edificio muy curioso: tiene unas ruedas gigantes que forman parte del sistema que lo deja descapotable en solo unos minutos y ofrece muestras de arte permanentes.

 

High Line y Little Island

High Line es un parque urbano elevado, que recorre 2,3 kilómetros por las vías de un antiguo ferrocarril que transportaba mercancías en la zona industrial de la ciudad. En los 80 esa línea quedó abandonada y se llenó de pasto y arbustos. En los 90 quisieron construir edificios, pero los vecinos lucharon para convertirlo en un espacio público, de manera que hoy se puede caminar por las vías en un recorrido intervenido por arquitectos y artistas, que suman verde y color. Lo terminaron de construir en plena pandemia, con el aporte de una familia que donó U$S260 millones. Aunque tiene varios puntos de acceso con ascensor y escalera, se recomienda ingresar temprano por alguno de los extremos para hacer el recorrido completo y disfrutar de la hermosa de la zona sur de Manhattan, donde estaban las torres.

El High Line termina en Little Island, el nuevo parque flotante en Hudson River Park. Se trata un parque público único, que se introduce en el río con una estructura de 280 pilotes de concreto y 132 tulipanes de hormigón, todos de distintos tamaños.

En este parque flotante de una hectárea se plantaron más de 400 especies de plantas y 100 de árboles, tiene mesas de picnic, solárium, un anfiteatro y actividades gratuitas para todas las edades. Lo inauguraron en plena pandemia en el mismo lugar donde estaba el Muelle 54 que el huracán Sandy derribó en 2012. Dependiendo de la estación del año, abre de 6 a 23, pero siempre sujeto a las condiciones climáticas.

Grand Central Station

La mejor manera de empezar el recorrido por esta maravillosa ciudad es visitando la Grand Central Station. Parece un set de televisión, pero es una estación de trenes con más de 100 años de antigüedad por la que pasan miles de personas haciendo negocios y reencontrándose con su familia. Es la más grande del mundo, con 48 andenes funcionando.

Allí se filmó “Soy leyenda”, “Madagascar”, “Los intocables”, “Man in black”, porque es la locación por excelencia del cine norteamericano. Es el segundo lugar más visitado de New York, solo detrás del Time Square, porque tiene numerosos puntos de interés bajo un mismo techo: el reloj principal y el reloj Tiffany, la cúpula de las 12 constelaciones, el mercado, el Campbell Bar, el club de tenis y decenas de detalles arquitectónicos, entre otros.

Lo más curioso es la Galería de los Susurros, donde podés comprobar en primera persona esta leyenda: si hablás contra la pared de un lado alguien más te escuchará perfectamente del otro. Como si fuese un secreto, dos personas pueden conversar sin que alguien en el medio del pasillo pueda oírlo. Esto sucede por el efecto acústico que tiene la construcción con columnas y arcos de bóveda baja, y revestimiento de azulejos.

 

The Summit

Para tener las mejores vistas –y las mejores fotos- de la ciudad, te recomendamos subir al rascacielos Summit. Podrás llegar al piso 91 del edificio One Vanderbilt en solo 43 segundos! y estarás a más de 350 metros de altura. En las plantas 91 y 92 la vista es casi panorámica, y en este último podés pararte sobre unos cubos transparentes que sobresalen del edificio para sentir que levitás sobre la ciudad. En el piso 93 hay una terraza y dos ascensores de cristal, que alcanzan los 368 metros y se detienen unos minutos para contemplar el paisaje y tomar fotos.

la ciudad más cool del planeta

En el piso 91, además, está la intervención artística de Kenzo llamada “Air”: un laberinto de espejos que reflejan los rascacielos, ideal para tomarse unas selfies super divertidas. La entrada para mayores vale U$S43 sin impuestos, pero al atardecer el precio aumenta a U$S54,10 por ser la hora más popular. Hay precio diferencial para menores de 12 años, y hasta 6 años la entrada es gratis. El ascensor de cristal tiene un adicional de U$S20 por persona

 

El mejor sándwich de pastrami y algo más en la ciudad más cool del planeta

El Chelsea Market abrió en 1997 en el edificio de la antigua fábrica de galletas Nabisco, donde se hornearon las Oreo por primera vez. Lo remodelaron en los 90 para convertirlo en un complejo gastronómico y comercial que tiene de todo: desde pescadería, panadería, vinoteca, restaurantes de comida saludable, locales de trash food, bares, tiendas curiosas, oficinas y estudio de televisión. La entrada es libre y gratuita, pero también puede recorrerse con un tour guiado.

Es un sitio ideal para pasear con tiempo el fin de semana, sobre todo si llueve porque ocupa una manzana entera con tiendas para visitar, y está íntegramente techado. El subsuelo tiene locales de alimentación y productos frescos, mientras que en la planta baja hay restaurantes, cafeterías y regalerías. Aunque sus precios son un poco elevados, el paseo por este edificio industrial de techos altos, ladrillo crudo y cañerías a la vista, lo vale.

 

El mejor sándwich del mundo

Pero si de comer se trata, en Lower East Side, está el mejor sándwich de pastrami del mundo. Se trata de uno de los barrios más antiguos de Manhattan porque allí se asentaron los primeros inmigrantes al llegar. Hoy es símbolo de la identidad neoyorkina, con sus edificios típicos, barcitos y ferias callejeras que mezclan lo tradicional con lo moderno. El pastrami, también conocido como pastrón, es carne roja ahumada y en salmuera.

la ciudad más cool del planeta

En Katz´s Delicatessen lo elaboran desde 1888 con un proceso lento de 36 días de curado. No contiene aditivos químicos que aceleren los tiempos como los que se suelen usar para las carnes en conserva. Lo sirven caliente en sándwich, con abundantes fetas y pan de la casa. Vale U$S25,95 y se le pueden agregar aderezos, lechuga, tomate, chucrut y distintos tipos de quesos. Si estás de paso, podés llevar pastrami envasado al vacío o pedir envío a domicilio desde su tienda online a cualquier rincón del país. Cuentan que el chef internacional Anthony Bourdein cuando llegaba a New York antes de hacer el check in en el hotel llegaba a Katz´s con sus valijas para comer un sándwich de pastrami. Este lugar es famoso por ser el escenario de la película “Cuando Harry conoció a Sally” y por enviarle salame al ejército estadounidense.

 

Central Park, mucho más que el pulmón verde de Manhattan

Central Park es un área natural gigante e intocable en medio de una ciudad con muchos edificios. Tiene 340 hectáreas con pequeños bosques, praderas, lagos, monumentos y alberga una arquitectura super interesante. Además, ofrece atracciones y eventos programados todo el año y está rodeado de museos. Por su extensión, es ideal para recorrerlo en bicicleta, rentando una por cuenta propia o en un tour guiado.


No podés irte de Central Park sin pasar por el santuario de John Lennon, escondido entre el bullicio de las parejas y familias que pasean. El círculo de mosaico en blanco y negro con la leyenda “Imagine”, suele estar rodeado de flores y ofrendas que dejan sus fans. Además, siempre hay algún artista cantando sus canciones o las de Los Beatles porque la mejor manera de recordarlo es manteniendo viva su música. El memorial está justo frente era su casa, el Dakota Building, donde el asesino lo esperó aquel 8 dediciembre de 1980.

Te dejamos una guía de Cómo recorrer el Central Park 

Cómo recorrer el Central Park

 

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