Las famosas ruinas incas de Machu Picchu son uno de los lugares más visitados a nivel mundial, con millones de turistas que llegan a Perú año tras año.
Y por supuesto, este increíble paisaje también se vio afectado por la pandemia del coronavirus, aunque hubo un turista que tuvo un increíble privilegio.
Jesse Takayama es japonés, y quedó varado durante siete meses en la región sureña de Cusco. Pero la paciencia y el esfuerzo tuvieron su premio.
Gracias a la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo del Cusco (Dircetur Cusco), las ruinas fueron abiertas solamente para él.
“¡Sueño Cumplido!”, fue el video que compartieron desde la cuenta de Facebook, en donde se lo ve a Jesse disfrutando de una de las 7 maravillas del mundo.
https://www.facebook.com/dircetur.cus/videos/416286799766643/?v=416286799766643
Fueron varias las gestiones que tuvieron que realizarse, pero finalmente el joven pudo ingresar a las ruinas, con una sonrisa de oreja a oreja (oculta tras el barbijo), y un agradecimiento en inglés por algo que no se olvidará jamás.
“Esta es una muestra de la manera como se debe coordinar entre instituciones para lograr un objetivo común”, indicaron las autoridades, que siguieron un estricto protocolo de higiene.
El principal sitio turístico del país solo hizo una excepción con este turista: el cierre se produjo en marzo, y no planean reabrir antes de noviembre.
Para lo que será el regreso del turismo, el ministro de Cultura de la Nación ya advirtió que se deberán seguir estrictos protocolos, y que la cantidad de gente no será la misma.
En un principio, solo se permitirá un 30% de la capacidad de una temporada normal, además de ingresar en grupos de ocho personas como máximo y acompañados de un guía. La distancia mínima de 1,5 metros entre los visitantes seguirá vigente.