De todas las fronteras del mundo, hay algunas que, por las condiciones del terreno o por las construcciones intermedias, fueron delimitadas con un trazado muy curioso.
Si de viajar se trata, hablar de fronteras puede resultar un dolor de cabeza: documentación, trámites y paciencia para hacer largas filas. Sin embargo, algunas de ellas son toda una atracción.
Por eso, en Millas x el Mundo te llevamos de paseo por los pasos fronterizos más curiosos del mundo. Aquellos que no podés dejar de conocer.
De España a Portugal, en tirolesa
Además de las formas tradicionales para llegar de un país al otro, la empresa Límite Zero ofrece hacerlo de una manera llena de aventura: nada más y nada menos que por tirolesa.
Son 720 metros de longitud y va a una velocidad de entre 70 y 80 kilómetros por hora. La página oficial asegura que se va “volando a través del tiempo”, ya que, al llegar, hay una hora de diferencia.
La edad mínima para hacerlo es de 14 años y el peso máximo de 110 kilos.
Isla de los Faisanes: cambia de país cada seis meses
Situada entre Irún (España) y Hendaya (Francia) en la desembocadura del río Bidasoa, la Isla de los Faisanes es el condominio más pequeño del mundo. Es decir, que se trata de una forma de gobierno conjunto de un territorio autónomo entre dos estados.
De esta manera, el islote pertenece a España del 1 de febrero hasta el 1 de agosto, mientras que el resto del año pertenece a Francia.
Este condominio es fruto del acuerdo firmado con el Tratado de Bayona de 1856. La isla sirvió como punto de encuentro entre ambos países y allí se firmaron varios acuerdos de paz.
Actualmente, la isla está cerrada al público y solo se utiliza con fines diplomáticos.
Canadá – Estados Unidos y un edificio en común
Con 8.893 kilómetros, la frontera entre Estados Unidos y Canadá es la más larga del mundo, pero ese no es el dato más llamativo.
Justo sobre la línea que divide a las ciudades de Derby Line, en Vermont, y Stanstead, en Quebec, está la biblioteca Haskell, la cual está sobre la frontera y, por lo tanto, pertenece a ambos países.
Construido en 1901 como símbolo de cooperación, en el interior de este edificio, el límite entre los países está marcado por una cinta negra.
Baarle, un pueblo en dos países
Esta localidad, ubicada entre Países Bajos y Bélgica, es famosa por su frontera. Tanto que se ganó el nombre del “pueblo de las mil fronteras” y la división, entre ambos países es tan compleja como zigzagueante.
Lo que sucede es que está compuesto por 30 enclaves: 22 territorios belgas en Países Bajos que, a su vez, poseen ocho enclaves neerlandeses en su interior.
Quienes visiten el lugar verán líneas fronterizas marcadas con cruces por todos lados: pasan por calles, restaurantes y mercados. Incluso hay casas que tienen una parte en un país y otra en otro.
Frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte
La frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte es reconocida por ser la más peligrosa del mundo. De hecho, aunque se llama Zona desmilitarizada, de ambos lados, hay guardias listos para cualquier enfrentamiento y nadie está autorizado a cruzarla: hacerlo es correr riesgo de muerte.
Sobre la línea que marca el límite entre un país y el otro, hay construcciones que tienen ingresos por ambos países, que fueron utilizadas para firmar acuerdos diplomáticos.
Límite entre Marruecos y España
El límite que separa a España de Marruecos por el Peñón de Vélez de la Gomera tiene apenas 85 metros de largo, lo que la convierte en la frontera más corta del mundo.
Ubicado frente a la costa malagueña de Nerja, este peñón -que pertenece a España desde 1564- está formado por tres edificios defensivos, habitados únicamente por militares. Es un paso fronterizo sumamente vigilado.
El pueblo español que está en Francia
Llívia no es una localidad más. Ubicada en el Pirineo oriental, a un km de la frontera con España, es un enclave de España en Francia.
La razón por la cual no es territorio francés es que fue declarado como villa, un privilegio concedido por el emperador Carlos V, lo que le permitió seguir siendo un territorio español, a pesar de que el Tratado de los Pirineos de 1659, estableció que España debía entregar a Francia los 33 pueblos del norte de la Cerdanya.
Hasta que entró en funcionamiento el Tratado de Schengen, había una aduana.
San Marino: un país dentro de otro
Este es otro enclave, dentro de Italia, pero a diferencia del anterior, este es un país independiente. Aunque no es parte de la Unión Europea, está habilitado a usar el euro y su idioma oficial es el italiano.
Sus 61 kilómetros cuadrados lo convierten en el tercer país más pequeño de Europa -precedido por la Ciudad del Vaticano y Mónaco- y el quinto del mundo.
Otro dato de color: es conocido por tener la peor selección de fútbol, nunca ganó un partido oficial desde su creación.
China y Mongolia
China y Mongolia comparten 4.677 kilómetros de fronteras y, en uno de los cruces vehiculares, ambas naciones acordaron posicionar dos enormes dinosaurios que se unen con sus bocas sobre ambas rutas.