En el corazón de las sierras cordobesas, el pintoresco pueblo peatonal La Cumbrecita enamora en toda época del año.

La Cumbrecita
Argentina está llena de rincones soñados para escaparse de la rutina y vivir unos días de descanso rodeados de naturaleza y paisajes de ensueño. Y Córdoba no escapa a dicha realidad. En el corazón de las sierras cordobesas, el pintoresco pueblo peatonal La Cumbrecita enamora en toda época del año.
Este pequeño pueblo, fundado en 1934 por una familia de inmigrantes alemanes, ofrece un ambiente único, donde los únicos protagonistas son la naturaleza y la tranquilidad.

Una pileta natural para disfrutar La Cumbrecita
Quienes deciden visitar La Cumbrecita en invierno quedarán impactados por sus paisajes nevados, que simulan las mejores postales de la Patagonia o de Europa. Sin embargo, la principal característica de La Cumbrecita es su condición de pueblo peatonal.
Desde su origen, se estableció que los vehículos no podían circular por sus calles, una medida que perdura y que permite a los visitantes disfrutar de un entorno libre de contaminación y de ruidos urbanos.
La Cumbrecita, una maravilla en las sierras cordobesas

La Cumbrecita, un pueblo de ensueño para pasar el invierno
Los turistas pueden recorrer sus caminos adoquinados, rodeados de bosques de pinos y arroyos cristalinos, en un ambiente que invita a la relajación. Además, la región es ideal para practicar senderismo hacia cascadas, miradores y bosques encantados.
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El pueblo con su arquitectura de estilo alpino, con casas de madera y techos a dos aguas; enamora a sus visitantes; mientras que la gastronomía local es otro de los atractivos, con restaurantes que ofrecen platos tradicionales alemanes como salchichas, chucrut y strudel.
En definitiva, La Cumbrecita combina naturaleza, cultura y tranquilidad, y es una apuesta ideal para vacaciones de invierno.