La ciudad, de unos 100 mil habitantes, está ubicada al suroeste de Bosnia y Herzegovina. El Starimost es uno de los símbolos de la unión entre oriente y occidente.
La Torre Eiffel en París, el Coliseo de Roma o la Sagrada Familia en Barcelona son algunos de los lugares más visitados por los turistas de todo el mundo. Pero allí afuera hay muchos sitios por descubrir y que no reciben una gran cantidad de visitantes al año, como es la zona de los Balcanes.
A tan sólo 140 km de Dubrovnik, la ciudad amurallada de Croacia que ya tiene una brutal popularidad, podemos adentrarnos en territorio de Bosnia y Herzegovina.
Su capital es Sarajevo, y fue una de las repúblicas que proclamó su independencia tras la disolución de Yugoslavia, algo que trajo graves consecuencias para su población.
Una de las ciudades más afectadas por la Guerra de Bosnia fue Mostar, al suroeste del país, cuya población no supera los 100 mil habitantes. Pero toda la atención de la ciudad se la lleva el Stari Most (Puente Viejo).
El reemplazo del puente de madera por uno de piedra en el año 1566 en territorio otomano significó la unión entre occidente (ocupado por croatas) y oriente (bosnios musulmanes). Pero la paz se terminaría en marzo de 1992, cuando el país proclamó su independencia.
Durante 18 meses, entre abril de 1992 y diciembre de 1993, la ciudad fue bombardeada por completa, y después de 427 años, el 9 de noviembre de 1993, militares croatas destruyeron el puente. Fue una de las imágenes más crueles de la Guerra de los Balcanes.
La guerra finalizó en 1995 con el Tratado de Dayton, y allí un comité internacional dirigido por la UNESCO se encargó de la reconstrucción del puente de Mostar: siguieron el diseño original y muchos materiales que habían empleado los otomanos en el siglo XVI.
La inauguración del nuevo puente fue en julio de 2004, y un año después se los declaró como Patrimonio de la Humanidad junto con el resto del casco histórico de la ciudad. En verano, muchos saltadores se tiran desde el puente hacia el río Neretva, después de las propinas de algunos turistas.