El boom de Albania: qué ver en Tirana, playas del sur y pueblos históricos

El boom de Albania: qué ver en Tirana, playas del sur y pueblos históricos

Albania pasó en pocos años de ser un destino desconocido a uno de los más buscados por viajeros que buscan buena relación precio-calidad, playas paradisíacas y una cultura fascinante. Ubicado en una de las zonas más vibrantes del Mediterráneo, el país vive un verdadero boom turístico impulsado por vuelos económicos, nuevas infraestructuras y el boca a boca de quienes regresan sorprendidos. Aquí, una guía para entender qué ofrece Albania hoy y por qué vale la pena incluirlo en la agenda.

La puerta de entrada suele ser Tirana, una capital vibrante en plena transformación. El centro combina arquitectura soviética, edificios modernos y espacios públicos recuperados. La Plaza Skanderbeg, el Museo Nacional de Historia y la mezquita Et’hem Bey son puntos clave para una primera aproximación cultural. Pero lo más atractivo es la vida urbana: cafés de diseño, mercados, arte callejero y un ambiente joven que recuerda a las capitales europeas más creativas. El renovado barrio Blloku concentra bares, restaurantes y tiendas independientes.

El boom de Albania: qué ver en Tirana, playas del sur y pueblos históricos

El boom de Albania: qué ver en Tirana, playas del sur y pueblos históricos

Desde Tirana, muchos viajeros viajan hacia el sur para explorar las playas albanesas, consideradas las nuevas joyas del Adriático y el Jónico. La costa —conocida como la Riviera Albanesa— ofrece aguas turquesas y acantilados que compiten con Grecia, pero a precios mucho más accesibles. Destinos como Ksamil, Himarë y Dhërmi combinan playas de postal con pequeños hoteles boutique y tabernas frente al mar. En temporada alta la zona gana movimiento, pero aún conserva una atmósfera relajada en comparación con otras costas europeas.

Además de la naturaleza, Albania seduce con su historia milenaria. Los pueblos históricos son una parada obligada: Berat, conocida como la “ciudad de las mil ventanas”, es Patrimonio de la Humanidad por su arquitectura otomana perfectamente conservada. Gjirokastër, también protegida por la UNESCO, sorprende con sus casas de piedra en pendiente y un castillo imponente. Ambos destinos permiten descubrir una faceta más profunda del país, marcada por tradiciones, música y gastronomía local.

Con precios accesibles, paisajes espectaculares y una identidad fuerte que se abre al mundo, Albania es uno de los destinos más interesantes del momento. Ideal para quienes buscan una Europa distinta, auténtica y aún poco explorada.

MÁS NOTICIAS