Ver las auroras boreales es una de esas experiencias que muchos viajeros sueñan con vivir al menos una vez en la vida. En Canadá, ese espectáculo natural ahora se puede disfrutar de una manera única: a bordo de un tren de lujo especialmente diseñado para recorrer las zonas más remotas del norte, donde las luces danzantes del cielo alcanzan su máxima intensidad.
Canadá ofrece excursiones para ver auroras boreales en tren de lujo
La propuesta es impulsada por compañías ferroviarias de alta gama que ofrecen recorridos desde ciudades como Winnipeg o Edmonton hacia regiones como los Territorios del Noroeste y Yukón, consideradas algunos de los mejores lugares del mundo para observar este fenómeno. El viaje suele durar varios días e incluye vagones panorámicos con techos y ventanales de cristal, lo que permite admirar el cielo sin salir del asiento.
Además de la comodidad y el servicio de primera clase —habitaciones privadas, gastronomía gourmet y guías especializados—, el itinerario incorpora paradas estratégicas para actividades al aire libre. Entre ellas se encuentran caminatas con raquetas de nieve, paseos en trineo tirado por perros y charlas de astronomía para entender mejor la ciencia detrás de las auroras.

Canadá ofrece excursiones para ver auroras boreales en tren de lujo
La temporada ideal para este tipo de excursiones se extiende de septiembre a abril, cuando las noches son más largas y las probabilidades de avistamiento aumentan. En las latitudes canadienses, las auroras pueden aparecer en distintos colores, desde el verde intenso hasta tonos púrpura y rojo, ofreciendo un espectáculo que cambia cada noche.
Los precios, como es de esperar en un viaje de lujo, no son bajos: pueden superar los varios miles de dólares por persona dependiendo de la duración y el nivel de servicio. Sin embargo, para muchos, el costo se justifica por la combinación de confort, exclusividad y la posibilidad de contemplar uno de los fenómenos más impresionantes de la naturaleza sin preocuparse por el clima extremo o los desplazamientos por carretera.
En definitiva, esta experiencia en tren es más que un simple traslado: es un viaje inmersivo que mezcla paisajes nevados, cultura local y la magia inigualable de las auroras boreales, todo mientras el viajero se deja llevar por el suave vaivén de los rieles bajo un cielo iluminado.