Desde campos volcánicos hasta valles de aspecto lunar, estos paisajes inhóspitos transportan a escenarios fuera de este mundo. Accesibles y únicos, son destinos de Argentina que merecen estar en tu lista de viajes.
Campo de Piedra Pómez – El Peñón, Catamarca
A más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, en el corazón de la Puna de Catamarca, el Campo de Piedra Pómez es un mar de formaciones volcánicas blancas que parecen esculpidas por otro planeta. Estas extrañas formaciones son el resultado de una violenta erupción volcánica cercana, que dejó tras de sí un terreno de polvo blanco y formas geométricas que se alzan contra el cielo azul profundo. Este desierto de roca tiene una extensión de 25 km, y recorrerlo a pie te da una auténtica sensación de aislamiento y misterio. Se recomienda realizar la visita en vehículo 4×4 y con guía, ya que la zona carece de señal y servicios.
Valle de la Luna – Cusi Cusi, Jujuy
A 4.400 metros de altura en plena Puna jujeña, este paisaje marciano es una joya geológica que sorprende por su contraste de colores. También conocido como Valle de Marte, está formado por roca volcánica y basalto que crean imponentes farallones de tonos rojizos, verdes y grises. La vista es especialmente impresionante por la tarde, cuando la luz del sol resalta sus características extraterrestres. Ubicado en la ruta RN 40, este destino remoto es perfecto para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
Pampa del Leoncito – Barreal, San Juan
Lo que alguna vez fue una laguna, hoy es un desierto de arcilla pura y agrietada que parece sacado de una película de ciencia ficción. El Barreal Blanco, en la provincia de San Juan, brilla bajo el sol como si fuera un espejo gigantesco. Con 13 km de largo, su superficie compactada impide cualquier tipo de vida vegetal, lo que le da un aspecto completamente surrealista. Además de su atractivo visual, este lugar es ideal para los aventureros que deseen practicar carrovelismo, un deporte que te permite “navegar” en tierra firme, impulsado por el viento constante de la zona.
La Payunia – Malargüe, Mendoza
Esta reserva natural parece más Marte que Mendoza. Con más de 800 volcanes inactivos y pampas de lava negra, La Payunia ofrece un espectáculo geológico fascinante. Aquí se pueden ver todos los tipos de volcanes conocidos, siendo los más destacados el Payún Liso y el Payún Matrú. La zona es tan vasta y remota que se recomienda recorrerla con guías locales y vehículos adecuados, ya que los caminos no están señalizados y la infraestructura turística es mínima.
Campo del Cielo – Gancedo, Chaco
Hace unos 4.000 años, una lluvia de meteoritos impactó en el norte de Argentina, dejando enormes cráteres que hoy forman parte de la Reserva Natural Campo del Cielo. Aquí se encuentra el segundo meteorito más grande del mundo, “El Chaco”, con 28 toneladas. Sin embargo, en 2016 se descubrió otro meteorito aún más pesado, llamado “Gancedo”. Además de su historia astronómica, el área está protegida por leyes para evitar los saqueos de meteoritos, una práctica común hasta hace pocas décadas.
La estatua en movimiento que representa una trágica historia de amor
Bosques Petrificados de Jaramillo – Santa Cruz
En el sur de la Patagonia, estos bosques petrificados nos transportan al Jurásico. Hace 150 millones de años, gigantescas araucarias y helechos dominaban el paisaje antes de que una erupción volcánica los sepultara bajo lava y ceniza, fosilizándolos. Hoy, los troncos petrificados de más de 30 metros de largo y tres de diámetro son los protagonistas de este Parque Nacional. Además de su valor paleontológico, el lugar es hogar de especies autóctonas como guanacos, zorros y el enigmático tucúquere, un búho de gran tamaño que vigila el paisaje fósil.